El cabrón (ups! he dicho cabrón!) de allá arriba debe troncharse con las que monta aquí abajo. la que está cayendo, señores! Y la que nos queda por caer!!!
Ya te puedes tú romper los cuernos para que algo salga adelante, que como a él le amanezca un día juguetón y decida que te va a torcer los planes, estás que la pintas; llega en plan «quién es el dueño de esta pocilga» y te los retuerce hoy, mañana y hasta el final de los tiempos si le apetece… o hasta que a él le rote hacerle la puñeta a otro, vamos.
Hilos con los que nos mueve, zancadillas invisibles, vinilos que pone para que bailemos al son que a él le apetece escuchar, sin pensar si tenemos o no ampollas de tanto como nos lleva en danza… Danzad, danzad, malditos!!!
Pues nada, bailaremos, sí señor. Pero a mi modo, eso sí. Claaaro! Como dice mi incansable espíritu burlón: «Con fuerza, con ánimo y con ilusión», que no hay mejor motor. Qué otra cosa hubiera hecho Clint?
Total, «The Only Way is Up»!!!
Sencillamente magistral!!!!