Del lat. fides.
1. f. En la religión católica, primera de las tres virtudes teologales, asentimiento a la revelación de Dios, propuesta por la Iglesia.
2. f. Conjunto de creencias de una religión.
3. f. Conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas.
4. f. Confianza, buen concepto que se tiene de alguien o de algo.
5. f. Creencia que se da a algo por la autoridad de quien lo dice o por la fama pública.
6. f. Palabra que se da o promesa que se hace a alguien con cierta solemnidad o publicidad.
7. f. Seguridad, aseveración de que algo es cierto.
8. f. Documento que certifica la verdad de algo.
9. f. fidelidad (‖ lealtad).
Irónicamente, es tiempo de pelis de romanos. Y de Fe. Y ahora es cuando te sientas y te planteas y te pones a reflexionar, entre bacalao y torrija, así sin prisas, en qué narices se puede creer hoy en día.
En términos religiosos, donde la Fe es básicamente un misterio que conforma además, pilar esencial de un Credo, sea la religión que sea, hablamos de una creencia absolutamente ciega, que para eso es Fe, ya puedes pintarla del color que quieras, si no, de qué. Hay que creer sí o sí. Y eso, tal como yo lo veo, inmersos en un mundo tan pragmático, donde nuestro ombligo es lo primero y lo segundo y hasta lo quinto, es más que difícil tarea.
Por otra parte, si lo piensas bien, es un delicado asunto acertar en quién la depositas. En las personas, que por el hecho de serlo, engloban volubilidad en diferentes grados, con lo que me lo tomo tal cual; como confianza en niveles diversos. A veces será Fe ciega con trompazo final asociado o quizá arcoiris, estrellas, música de Strauss, quién sabe. Se gana con el tiempo y las vivencias y aún así, en ocasiones, te sorprende y se rompe estallando contra el suelo. Y esa, querido, ya no vuelve a recomponerse ni con pegamento Imedio. Como la vida misma. Es como una Fe modelo ruleta rusa. No gusta nena.
En la ciencia! Pues sí, vale, lo que quieras, confianza y creencia devenida a golpe de prueba empírica y tal; pero hablamos de Fe o de Facto? Aunque al final son los hechos los que sirven de prueba, claro. Y esos hechos se cargan la Fe o sirven de refuerzo eficaz? Pues no sé. Ya me he liado.
A mí es que las cosas me gusta tocarlas, palparlas, olerlas, comprobarlas, hasta morderlas y entonces como que mi Fe se ve alimentada a goteo, como decía la Maura en no sé qué anuncio viejuno, tacita a tacita. Seré banal o extrasensorial, no sé ya, pero así va la cosa por aquí dentro. Mamífero de dos piernas.
Así que al final qué? vamos a hacer la que me lo creo con Fe ciega y tú vas y me lo demuestras? Pues me parece triste y pelín sórdido, la verdad. Pero quizá más seguro y certero. O no…
No me voy a calentar la cabeza, voy a ver si me convenzo y creo un poco más en mí. Si es que no me boicoteo, me engaño y me hago la Pascua, vaya, que todo puede ocurrir un martes de primavera.
Puf, trascendental te has puesto amiga!!! en estas fechas sueles hablar de la primavera reventona pero ya que sacas tema te daré mi humilde opinión que ya sabes que me encanta… Yo conozco a bote pronto dos clases de Fe a saber: la católica, un auténtico chollazo que te permite ser una auténtica hija de puta en vida pero que "en habiendo" Fe sabes fehacientemente que todos tus pecados se te conmutarán vía Dios mediante. La otra, la que supuestamente nos mueve hacia adelante es para mí mas esperanza que otra cosa…una suerte de lotería que le toca a otros y que te pasas media vida esperando que algún día te toque a ti. Como dices tu, una ruleta rusa y como pienso yo un bingo trasnochao de Malasaña donde faltan la mitad de las bolas.
Saluditos pascueros!!!