Ese gato gordo, naranja, obeso de cinismo y lasagna, se resbaló cosa mala. Hay lunes que son la pera, grandiosos, tremendos, descomunales, y absolutamente redondos.
Los martes no, que son repugnantos por regla general, así que de igual modo, a traición, me aprovisiono, le planto cara y en mi casa los martes se hace cena especial, para mejorar los tintes marrones del día e irse a la cama curada de espanto, claaaro.
Este lunes de resaca y cambios me ha sorprendido, me ha abierto caminos nuevos que no tengo ni piiip idea de dónde me llevarán, gente diferente, impulsos que me provocan vértigo, incertidumbre pero también cosquillas en las plantas de los pies y retos muy personales para echarme un pulso a mí misma, a ver de lo que una es capaz.
Este lunes me ha traído una bronca merecida que hasta me ha gustado. Y una sonrisa final.
Este lunes me ha traído un abrazo enorme e inesperado de un ser pequeñito pero terrible al que quiero muchísimo. La afinidad existe a primera vista. Una preocupación y una certeza de que todo saldrá bien. No puede ser de otra manera. No, no.
Este lunes he tenido una noticia taaaaaaan buena que no te la cuento para que no se gafe.
Y otra más TAN TAN buena de un amigo, hermano que salto encima de una cama de cuadritos azules para celebrarlo!!!
Y otra más TAN TAN buena de un amigo, hermano que salto encima de una cama de cuadritos azules para celebrarlo!!!
Este lunes ha sido la leche! Ya tengo energía para toda la semana. Y estamos a miércoles! Vas a ver qué bombazo de semana, de mes, de año, de vida!!!
Qué grande es la primavera!!!
Qué grande es la primavera!!!