No te equivoques. Que no hablemos no significa que no te recuerde, te eche de menos o me muera por preguntarte qué tal te fue el día. Que no me puedas, que no sepas oírme no quiere decir que no te llame a gritos. a veces el silencio que te rodea es tan sólo una burbuja de metalcrilato. Your prison cell. O la mía. Necesaria quizás. O no. O no lo sé. No todo lo que ocurre bajo el cielo protector tiene porqué tener una lógica que se corresponda con la tuya. En ocasiones ni siquiera la tiene, verdad? A veces,- siempre de hecho,- hay que querer tanto como para dejar marchar. De eso no cabe duda, espero que lo sepas.
Así que date por aludid@. Sí, hablo de tí. O era de tí? O de tí… Bueno, lo que sea. Te pienso, te recuerdo y hasta te extraño. Como aquel poema que tantas lágrimas me trajo. Cómo era?
«Te digo adiós, y acaso te quiero todavía. Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste… No sé si te quería… O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado y loco, me lo sembré en el alma para quererte a tí.
No sé si te amé mucho… no sé si te amé poco; pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo, y el corazón me dice que no te olvidaré; pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo, tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida, mi más hermoso sueño muere dentro de mí…
Pero te digo adiós, para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en tí.»
José Ángel Buesa
Tan triste como bonito.
La naturaleza egocéntrica puede verte reflejado o meterte cosquillas ahí dentro. O hacerte ver códigos donde quizas no los haya…
Anyway, mola leerte.
Molas