Buenos días,
Sabes esa noche que te metes en la cama a la hora de las gallinas porque no te encuentras muy allá y acunada por la fiebre, pasas la noche venga a soñar con mezclas de personas que no tienen nada que ver unas con otras, cuyo único nexo de conexión soy yo y te sumerges en situaciones surrealistas pero tan vívidas, que dudas al despertar si es algo que pasó realmente o no? Pues zasca! Eso me ha pasado esta noche. Qué mal rato, oye.
Aún ahora estoy venga a darle vueltas. Pero pero pero… qué mecanismos tiene el cerebro que me mezcla a toda esa peña en un cuarto blanco minúsculo 4×2 a cenar? De qué van a hablar todos ellos? Era una situación de lo más absurdo! Lo he pasado mal no como participante del sueño sino como anfitriona, que por cierto no era (creo)! Porque evidentemente, yo sé lo que me une a cada uno en mayor o menor medida y tema… tela. Pero me imagino ya la conversación entre esa que es medio monja y aquel viejo amigo que practica sexo tántrico y se me eriza el vello de la nuca. Qué tensión! Y la de aquella brutal rubia hiper inteligente con aquel otro hombre maravilloso al que se le fue la pinza a golpe de cannabis… Bueno, esa en concreto sí que me la imagino. Pal pelo, chato. La llevas clara.
Me ha contado alguien esta mañana que este ejercicio de imaginación salvaje, libre y sin riendas le viene fenomenal a esa masa gris que creo q tengo. Pues mejor. Que ejercite. Me lo veo en plan Jane Fonda con calentadores y cinta del pelo. Puñetero subconsciente. Ya verás como paso el resto del día dándole vueltas. Tendrá algún significado? Debería buscar un diccionario de sueños o me busco un psicólogo de guardia????
Cuando era pequeña (y no tanto) y me dormía con fiebre, soñaba siempre lo mismo: que iba dentro de una bola blannnda rodando por un paisaje blaannnndo, como hecho de esponja, venga a subir y bajar colinas sin alcanzar el castillo del fondo. Hasta lo podría dibujar. Cómo entiendo a Dalí…
Ahora resulta que la fiebre me trae a personas del pasado. Y las mezcla con las de toda la vida o incluso más recientes y alguna que todavía ahora se me desdibuja y no logro recordar. Eso sí, me doy cuenta de que igualmente en mayor o menor grado, todas ellas queridas. Incluso hoy. Y sentir ese cariño templado y patente. Ese abrazo de Geyperman. Vaya. Algo quiero pensar que hice bien.
Me habré dejado cosas por decir? Se nos han quedado cosas en el tintero? Ay mi madre, mira que no me gusta dejarme asuntos pendientes, que se me vuelven fantasmas y me toca llamar al exorcista y lavar luego las sábanas, que se quedan perdidas de ectoplasma.
Mejor no lo pienso o me volveré loca. Ya lo pensaré mañana.
Ps. Ya no tengo esa fiebre absurda. Flu flú voló. De categoría.