Este ha resultado un jueves peculiar. Sol que derrite el asfalto y yo, primer día de «vacaciones»? pase… no, pateando la ciudad como quien patea un mercadillo de Ibiza. Felizmente.
Y casi de una manera taumatúrgica, un mensaje inesperado, como todo últimamente. Un corazón que sonríe cuando se acuerda de mí. Y a mí me sucede lo mismo. No es grande el verse así reflejada en otros ojos? Un regalo que lleva conmigo todo el día. Pedacito de brisa feliz que hace que tantas cosas valgan la pena. Te quiero, Meri.
Y más tarde, aún veraneando el desierto del centro de la ciudad, la niña de mis ojos me regala, de sus ahorros, un príncipe rana. No me pienso poner a pensar en el trasfondo del asunto. Me he aguantado un lágrima emocionada. E iban dos en el día.
Y luego tarde de hermanas. De sangre y de las otras. De sueños y de proyectos materializados. Habrá esta noche cuarto creciente? Espero que sí. Voy a ver…
Juntas, forever and ever, nada ni nadie podrá con ésto, que es real y verdadero. No al lamento, no al holograma, sí a las risas, sonrisas dulces, confidencias de hermanas, de sangre y de las otras, cafés granizados entre percheros, pinturas de sueño y pestañas postizas. Más risas, playa y mojito, cena de gatas en los Gatos, y más risas…infinita amistad…Love u leñe!