«Llevas tus cicatrices
Como pinturas de guerra…»
Como pinturas de guerra…»
Alejandro Sanz – Mala
De verdad? Tanta huella deja en nosotros el peso de las guerras perdidas (y las «ganadas», que a veces, sin saberlo hieren más profundo que aquellas primeras) que utilizamos las memorias de lo vivido para enfrentar las historias presentes e incluso condicionar quién sabe si las futuras?
Es eso prudencia o es rencor ancestral? O es temor, miedo pegajoso a ser heridos de nuevo, al fracaso? Voy más allá? Es ese rencor – prudencia – pánico – escudo justo para las personas que vayan a intentar entrar en nuestras vidas o incluso para nosotros??? Claro, que, por otra parte, nadie dijo que ni tan siquiera la vida fuera justa, verdad?
Es el amor una guerra que librar a base de estrategias cuidadosamente bien articuladas que aprendimos durante el viaje? Porque si es así, voy apañada y de paso voy entendiendo unas cuantas cosas, que en mi casa nunca jugábamos al Risk y con el parchís íbamos que chutábamos…
Yo qué sé. Particularmente no creo en el rencor. Y no lo practico, que me suena venenoso y arma siempre de doble filo. Bueno, va, a veces de boquilla…
Dice una de mis mejores amigas que la culpa la tengo yo, que todo lo normalizo, que a todo le quito hierro. Pues sí, pa variar tiene razón, mea culpa.
Pa mí, la cosa va así: O corto cabezas si me dan razón suficiente y eso, amigo mío, es forever and ever… o pa qué me voy a sofocar, si al final, todo vuelve a su cauce y el tiempo, sabio donde los haya, da a cada uno, indudablemente, el lugar que en justicia le corresponde. Y eso, es una verdad irrefutable. Belle dixit.
Sólo hay que sentarse en un sillón cómodo, saber esperar… y observar cuidadosamente. Ah! Y tener paciencia, claro… A veces, infinita.
Así que mis cicatrices, que las tengo, hermosas como cuadros abstractos, las luzco tatuadas como pinturas de guerra, sin duda. De MI guerra. Como dice alguien a quien quiero «Como tatuajes que gritan: Yo estuve allí; y salí victorioso en la batalla».Aunque tú creas que perdí. Yo sé que no.
Las dos con cabeza alta, tacón y culo en pompa. Sonriendo como pocos saben, sintiendo a flor de piel cada micro sentimiento que nos envuelve, porque en nuestro huerto la siembra será maravillosa. Otros pasarán hambre, qué lástima! Lof U hotmoñuleñusister!
Me requetencanta…Vivan los tatuajes que quedan en nuestra piel,y sobre todo aquellos a los que miras ahora con la frialdad que da el paso del tiempo y no sientes ni rencor.Al final será cierto cierto que todo pasa…